CASA SOLA
NAZARENOS
COGIENDO COLLEJAS
COLLEJAS
LA HERRERIA
PINO RODENO
ROMERO
El romero es un arbusto leñoso de hojas perennes muy ramificado, puede llegar a medir 2 metros de altura. Lo encontramos de color verde todo el año, con tallos jóvenes borrosos (aunque la borra se pierde al crecer) y tallos añosos de color rojizo y con la corteza resquebrajada.
Las hojas, pequeñas y muy abundantes, presentan forma linear. Son opuestas, sésiles, enteras, con los bordes hacia abajo y de un color verde oscuro, mientras que por el envés presentan un color blanquecino y están cubiertas de vellosidad. En la zona de unión de la hoja con el tallo nacen los ramilletes floríferos.
Las flores son de unos 5 mm de largo. Tienen la corola bilabiada de una sola pieza. El color es azul violeta pálido, rosa o blanco, con cáliz verde o algo rojizo, también bilabiado y acampanado. Son flores axilares, muy aromáticas y melíferas (contienen miel), se localizan en la cima de las ramas, tienen dos estambres encorvados soldados a la corola y con un pequeño diente.
El fruto, encerrado en el fondo del cáliz, está formado por cuatro pequeñas nuececitas trasovadas, en tetraquenio, de color parduzco.
CASA DE LA JARA
LAVAJO
Los lavajos son poco profundos debido a la propia orografía del terreno. Hasta el siglo XIX eran generalmente numerosos en las comarcas referenciadas, pero diversos aspectos como el que les ha atribuido la condición de insalubres debido a las enfermedades que podían transmitir los numerosos mosquitos que ellas se desarrollaban, propició que muchos de ellos se desecaran alrededor de 1880, de este modo se conseguía también ganar tierras de labor. Las que se mantienen son referente para la fauna avícola de la Comarca, y las más importantes se encuentran catalogadas por la Junta de Castilla y León con régimen de protección. Dependiendo de sus características, desarrollan distintos tipos de microorganismos que sirven de alimento para distintas especies, o bien sirven como zonas de nidificación de distintas aves.
EMILIANA DANDO CLASES DE ETNOBOTANICA
NAZARENOS
Descripción
Planta de pequeño tamaño, de hasta 0,3 m de altura. Hojas tendidas sobre el suelo muy estrechas, de 0,5 a 3 mm de ancho, lineares o algo lanceoladas, de sección semicilíndrica y con un estrecho surco, en número de 3 a 6, de hasta 40 cm de longitud. Escapos o tallos florales de 10 a 30 cm a veces de base rojiza. Raíz bulbosa a menudo con túnicas negruzcas, normalmente con muchos vástagos o bulbillos laterales pequeños. Inflorescencia densa y ovalada de 3 a 4 cm de largo y con 10 a 15 flores hermafroditas , de 4 a 5 mm de largo cada una, de color azul oscuro que contrasta con el suave color blanco de los dientes de la corola; las estériles azul pálidas, erectas y cortamente pedunculadas. Fruto en cápsula trilocular.[editar] Hábitat
Colinas, campos de cultivo, viñas, olivares, bosques, terrenos rocosos o herbosos y abiertos. Hasta 2000 m. Debido a su capacidad para producir numerosos vástagos alrededor del bulbo principal, puede llegar a ser una plaga en los cultivos. Muy frecuente en jardines.[editar] Distribución
Circunmediterránea. Es la especie más común en Europa. Frecuente en la Península Ibérica y Baleares.COGIENDO COLLEJAS
COLLEJAS
DESCRIPCIÓN:
Planta vivaz, cuyas partes aéreas se agostan a finales del verano o con la llegada del frío –aunque en años benévolos pueden permanecer sobre el suelo rosetones de hojas-, rebrotando de cepa con la llegada de las temperaturas primaverales más cálidas; en otras zonas de España, cerca del litoral, tienden a poseer hoja durante todo el año. Pertenece a la familia de las cariofiláceas, que entre otras especies conocidas incluye a los claveles y clavellinas (género Dianthus), o al salvadillo (género Spergularia).
La colleja sobrevive y se expande gracias a un denso sistema de estolones o tallos subterráneos que crece cada año, dando lugar a colonias densas de rosetas de hojas, de las que a mediados de la primavera emergen tallos portadores de flores con 5 pétalos blancos, parcialmente envueltos por un cáliz en forma de saco. Las hojas basales son lanceoladas, glaucas –de color verde azulado-, de hasta 4-5 cm de longitud, algo crasas y de borde finamente serrado; las del tallo son más triangulares, menores, pero de textura similar. Los pétalos están divididos en dos lobulos en su parte superior, por lo que pueden dar la apariencia de ser 10, en vez de 5. A partir de cada flor se forma un fruto en forma de cápsula, con forma de vasija, que aloja numerosas semillas oscuras y arriñonadas; las semillas están cubiertas de pequeños tubérculos, que facilitan su transporte por las mandíbulas de las hormigas.
El género Silene tiene numerosos representantes en la flora belalcazareña, pero la mayoría de éstas son anuales y de llamativas flores rosadas, frecuentes durante la primavera a lo largo de las lindes de caminos y sembrados.
HÁBITAT
Las collejas viven en pastizales algo embravecidos, cunetas, inmediaciones de cortijos y ermitas rurales, y en general terrenos algo compactados y no sometidos a laboreos anuales; no es raro verlas al pie de encinas u otros grandes árboles, donde la presencia de plantas espinosas cercanas, como las esparragueras, ayudan a protegerlas del diente del ganado. Tampoco faltan junto a los muros de las huertas, e incluso en alguna calle del casco urbano. Escasean en los hábitats más evolucionados como jarales, manchas y encinares. En Belalcázar prefieren los suelos arenosos, donde sus raíces crecen con menos impedimentos, aunque aparecen también en los derivados de pizarras y otras rocas compactas.
DISTRIBUCIÓN
Presente en toda Europa, Norte de África y Centro y Oeste de Asia, hallando su óptimo en los países de clima mediterráneo; se encuentra además, como planta invasora, en otras regiones del globo, como ocurre en Norteamérica.
USOS
La colleja es una de las plantas nutricias autóctonas por excelencia en toda la región Mediterránea, pudiendo consumirse las hojas y los tallos tiernos, incluso en crudo. Es una verdura muy fina, hasta el punto de que ni siquiera suele ser necesario eliminar el agua de cocción para consumirlas. El hervido previo es recomendable para reblandecer los tejidos de la hoja, aunque no necesario. Puede emplearse en guisos, pero la tradición belalcazareña se inclina más por su consumo en tortilla, bastando sofreir previamente las hojas, con o sin cocción preliminar. Su empleo como verdura tradicional se ha ido abandonando con el tiempo, probablemente por lo laborioso de su preparación, ya que las hojas deben separarse los tallos una a una.
¿SABÍAS QUE...?
Las collejas pueden cultivarse con relativa facilidad en huertas y cerquillas, lo que evita depender de la recolección en el campo. Las semillas germinan sin excesivos problemas, bastando con sembrarlas directamente en el terreno a finales del invierno, o bien en maceta o semillero para posterior trasplante –en ese caso pueden sembrarse ya a mediados o finales del otoño, en sitio protegido de la helada-; pueden aguantar varios años en el suelo, por lo que no hay que desanimarse si no nacen el mismo año de la plantación; en todo caso, la germinación se facilita dejándolas unas horas en agua antes de la siembra, como suele hacerse con los guisantes, garbanzos, etc... Si se conocen lugares con abundancia de planta, como suele ocurrir en algunos sembrados y bordes de camino, donde la extracción de alguna mata completa no cause excesivo daño, pueden recogerse cepellones y plantarlos lo antes posible en el sitio definitivo. No es raro que al recoger las collejas en el campo arranquemos sin querer alguno de sus estolones, que a menudo se desechan una vez extraídas las hojas; en ese caso, en vez de tirarlos, puede hacerse la prueba de plantarlos en macetas o directamente sobre el suelo.
LA HERRERIA
PINO RODENO
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ROMERO
El romero es un arbusto leñoso de hojas perennes muy ramificado, puede llegar a medir 2 metros de altura. Lo encontramos de color verde todo el año, con tallos jóvenes borrosos (aunque la borra se pierde al crecer) y tallos añosos de color rojizo y con la corteza resquebrajada.
Las hojas, pequeñas y muy abundantes, presentan forma linear. Son opuestas, sésiles, enteras, con los bordes hacia abajo y de un color verde oscuro, mientras que por el envés presentan un color blanquecino y están cubiertas de vellosidad. En la zona de unión de la hoja con el tallo nacen los ramilletes floríferos.
Las flores son de unos 5 mm de largo. Tienen la corola bilabiada de una sola pieza. El color es azul violeta pálido, rosa o blanco, con cáliz verde o algo rojizo, también bilabiado y acampanado. Son flores axilares, muy aromáticas y melíferas (contienen miel), se localizan en la cima de las ramas, tienen dos estambres encorvados soldados a la corola y con un pequeño diente.
El fruto, encerrado en el fondo del cáliz, está formado por cuatro pequeñas nuececitas trasovadas, en tetraquenio, de color parduzco.
CASA DE LA JARA
LAVAJO
Los lavajos son poco profundos debido a la propia orografía del terreno. Hasta el siglo XIX eran generalmente numerosos en las comarcas referenciadas, pero diversos aspectos como el que les ha atribuido la condición de insalubres debido a las enfermedades que podían transmitir los numerosos mosquitos que ellas se desarrollaban, propició que muchos de ellos se desecaran alrededor de 1880, de este modo se conseguía también ganar tierras de labor. Las que se mantienen son referente para la fauna avícola de la Comarca, y las más importantes se encuentran catalogadas por la Junta de Castilla y León con régimen de protección. Dependiendo de sus características, desarrollan distintos tipos de microorganismos que sirven de alimento para distintas especies, o bien sirven como zonas de nidificación de distintas aves.
EMILIANA DANDO CLASES DE ETNOBOTANICA
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